lunes, 4 de julio de 2016

ALENTADOR

La estimulación cerebral restaura la visión en pacientes con glaucoma y daño del nervio óptico
La investigación ha demostrado que las dinámicas redes funcionales del cerebro bien sincronizadas son críticas para restaurar la visión

La pérdida de visión por glaucoma o daño del nervio óptico se considera generalmente irreversible, pero un nuevo estudio clínico prospectivo, aleatorizado y multicéntrico demuestra una mejora significativa de la visión en pacientes parcialmente ciegos después de diez días de estimulación cerebral mediante corriente alterna transorbitaria no invasiva (ACS, por sus siglas en inglés).



Además de activar su visión residual, los pacientes también experimentaron una mejora en la visión relacionada con la calidad de vida, como la agudeza, la lectura, la movilidad o la orientación.
"El tratamiento con ACS es un medio seguro y eficaz para restaurar parcialmente la visión después de daño del nervio óptico, probablemente por la modulación de la plasticidad cerebral y resincronización de las redes cerebrales, que fueron desincronizadas por la pérdida de visión", subraya el investigador principal, Bernhard A. Sabel, del Instituto de Psicología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad Otto -von-Guericke de Magdeburgo (Alemania). A su juicio, los resultados sugieren que los campos visuales se pueden mejorar de una manera clínicamente significativa.
El trabajo llevado a cabo en tres centros clínicos alemanes (Universidad de Göttingen, Charité de Berlín y la Universidad de Magdeburgo) incluyó a 82 pacientes en un estudio doble ciego, aleatorizado, controlado por simulación clínica, 33 de ellos con déficit visual causado por glaucoma y 32 con neuropatía óptica isquémica anterior provocada por inflamación, compresión del nervio óptico (debido a tumores o hemorragia intracraneal), anomalías congénitas o neuropatía óptica hereditaria de Leber. Ocho pacientes tenían más de una causa de atrofia del nervio óptico.


Los grupos fueron asignados al azar para que 45 pacientes fueran sometidos a diez aplicaciones diarias de ACS de un máximo de 50 minutos por día durante un periodo de dos semanas y 37 pacientes recibieron estimulación simulada. La única diferencia entre los grupos antes del tratamiento fue que el de estimulación incluyó más hombres que el de tratamiento simulado; sin otras diferencias, como la edad de la lesión o las características del campo visual. La ACS se aplicó con electrodos en la piel cerca de los ojos y se evaluó la visión antes y 48 horas después de la finalización del tratamiento, y luego de nuevo dos meses más tarde para comprobar si los cambios duraban en el tiempo.
Los pacientes que recibieron ACS mostraron mejorías significativamente mayores en la percepción de objetos en todo el campo visual que los individuos en el grupo de control. Específicamente, cuando se midió el campo visual, se vio una mejora del 24 por ciento después del tratamiento en el grupo de ACS en comparación con una mejora de 2,5 por ciento en el grupo de tratamiento simulado. Esto se debió a mejoras significativas en el sector del campo visual defectuoso del 59 por ciento en el grupo ACS y el 34 por ciento en el grupo de tratamiento simulado, que recibió un protocolo de estimulación mínima.
Otros análisis mostraron mejoras en el grupo sometido a ACS en los bordes del campo visual y que los beneficios de la estimulación eran estables dos meses más tarde, con el grupo de ACS mostrando una mejora del 25 por ciento en el campo visual en comparación con cambios insignificantes (0,28 por ciento) en el grupo de tratamiento simulado. El flujo de la corriente se evaluó mediante sofisticados modelos de simulación por ordenador y ninguno informó de malestar durante la estimulación, aunque en casos raros se produjeron mareos y dolores de cabeza leves temporales.


Los resultados del estudio están en línea con anteriores investigaciones de pequeñas muestras en las que se observó eficacia y seguridad y revelaron que las dinámicas redes funcionales del cerebro bien sincronizadas son críticas para restaurar la visión. Aunque la pérdida de visión lleva a la desincronización, estas redes neurales pueden ser resincronizadas por ACS a través de la activación rítmica de las células ganglionares de la retina, encendiendo o "ampliando" la visión residual.
El doctor Sabel añade que aunque se necesitan estudios adicionales para explorar más a fondo los mecanismos de acción, estos resultados justifican el uso del tratamiento de ACS en un entorno clínico para activar la visión residual mediante la resincronización de la red cerebral. "Esto puede restaurar parcialmente la visión en pacientes con pérdida de visión estable causada por daño del nervio óptico".
Hacen falta muchos más trabajos, y una cohorte amplia; aun así es un estudio muy alentador.

OFTALMÓLOGO ESTEPONA

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