jueves, 18 de mayo de 2017

A ELLO


Existe una clara necesidad de terapias de liberación sostenida para el tratamiento crónico de la neuropatía óptica glaucomatosa. Un intento de abordar esta necesidad se hizo con la introducción de insertos de pilocarpina en 1975.  Sin embargo, las cuestiones de tolerabilidad y la duración limitada de la eficacia llevaron a su retirada del mercado. Desde entonces, se han logrado enormes progresos y varias plataformas de suministro de fármacos son prometedoras.



Idealmente, la administración sostenida de fármacos no sacrificaría la eficacia proporcionada con la terapia de colirio o no aumentaría la necesidad de visitas ambulatorias más frecuentes. Esto permitirá tener en cuenta estas opciones más allá de los individuos poco adherentes o aquellos que no requieren un control máximo de la PIO.

Las áreas fúturas de estudio incluyen las investigaciones de implantes combinados fijos, así como la eficacia combinada de múltiples implantes diferentes. El paradigma del tratamiento del glaucoma se encuentra actualmente en un estado de flujo, en beneficio de los pacientes, los profesionales y el sistema de prestación de servicios de salud.



Aún con estas futuras aportaciones farmacéuticas, lo primordial es tratar el proceso patogénico en la papila. No es una enfermedad debida a una hipertensión ocular sólo; es una patología circulatoria ?-degenerativa ? del nervio. A ver si nuestros investigadores se ponen a ello.

OFTALMÓLOGO ESTEPONA



lunes, 15 de mayo de 2017

ALERTA



Pese a la extrañeza de su nombre, la fotofobia es una condición por la que numerosos pacientes sienten dolor o incapacidad de abrir los ojos cuando estos están expuestos a condiciones de luz intensa. No se puede decir que esta afección sea una enfermedad, más bien se trata de un síntoma que puede estar provocado por otras patologías.

Por norma general, este molesto síntoma suele estar ocasionado por otros problemas oculares o por causas neurológicas. No obstante, padecer fotofobia puede mermar la calidad de vida. Por este motivo, la principal recomendación para aquellos que sufren este tipo de síntomas es que acudan a la consulta de su oftalmólogo para que se pueda evaluar el problema y localizar la causa principal. Tratar la enfermedad asociada es la mejor forma de solventar este síntoma.




Lo más común es que quienes padecen de esta característica sufran ciertas molestias en los ojos cuando tienen frente a ellos una luz intensa y brillante. Las condiciones lumínicas del momento y el lugar suelen influir muchísimo en las molestias oculares relacionadas con la fotofobia. El lagrimeo constante, la imposibilidad de abrir los ojos y el dolor orbital son los indacadores más frecuentes de que padecemos fotofobia. Obviamente esto ocurre porque el ojo activa su mecanismo de defensa para protegerse ante las condiciones que, por circunstancias, le resultan nocivas.

Como hemos comentado con anterioridad, la fotofobia no puede describirse como una patología en sí, ya que suele ser consecuencia de otro tipo de afecciones. En la actualidad no se conocen con claridad los fundamentos fisiopatológicos que ocasionan este síntoma, pero sí que se sabe que suele ser una respuesta a algunos problemas oculares o neurológicos. En este sentido, las personas que tienen los ojos más claros cuentan con una predisposición mayor a padecer fotofobia.



Lo que ocurre en el ojo es que el exceso de luz estimula rápidamente los receptores del dolor que se ubican en el nervio trigémino. Este nervio es uno de los que más sensibilidad tiene en todo el cuerpo. Por lo tanto, si se presenta una enfermedad inflamatoria ocular es posible que presente como síntoma la fotofobia. Podríamos decir que patologías como la escleritis o la uveítis son causantes de esta condición tan molesta para quienes la sufren.

Sin embargo, las causas neurológicas de este síntoma pueden estar asociadas al padecimiento de migrañas o jaquecas crónicas. El tálamo procesa la luz en el cerebro, pudiendo ocasionar dolor al activar los fotorreceptores. No obstante, los pacientes afectos de estas patologías pueden notar un síntoma similar a la fotofobia pero que nada tiene que ver con esta. Se trata de los destellos o flases oculares que se originan un rato antes de que comience la cefalea migrañosa. La realidad es que este tipo de síntomas nada tienen que ver con la recepción de la luz, sino con la vasodilatación y la vasoconstricción de las meninges en el nervio óptico.

El tratamiento que evita o reduce la fotofobia pasa por tratar la patología que subyace y la origina. Por norma general, lo más importante es tratar la raíz del problema para evitar que los molestos síntomas perduren en el tiempo. El oftalmólogo puede colocar gotas anestésicas en los ojos para poder realizar una exploración óptima, ya que la fotofobia puede estar ocasionada por diversos factores, incluido un traumatismo ocular.

Por otra parte, determinados medicamentos de uso común como los antihistamínicos, algunos antibióticos o anticonceptivos e incluso el consumo de drogas puede ocasionar fotofobia, debido a la dilatación pupilar que ocasionan. Al tener las pupilas dilatadas, la retina recibe un exceso de luz y pude dar lugar a los síntomas de que hablamos.



A los pacientes que sufren fotofobia se les recomienda utilizar gafas oscuras con protección lateral para que la luz no tenga ningún rincón por el que pasar. En casa es conveniente no poner las luces muy altas y lo más importante es la visita al oftalmólogo para que, este pueda tratar el problema que ocasiona este síntoma y atajar la recuperación.

Tenemos que estar alerta al tipo de gafas de sol; normalmente un filtro 3 es suficiente. Y no las compres en cualquier sitio.


OFTALMÓLOGO ESTEPONA


sábado, 13 de mayo de 2017

CICLOSPORINA II


Restasis Multidose ya está disponible en EE.UU.

Restasis Multidose, la primera gota sin receta médica que se ofrecerá en una botella multidosis, ya está disponible en los Estados Unidos.


El producto, que ayuda a aumentar la capacidad natural del ojo de producir lágrimas y reducir la inflamación, trata el ojo seco crónico.


Diseñada con una válvula unidireccional patentada y una tecnología de filtro de aire, la nueva botella utiliza menos plástico que los viales de un solo uso. Restasis Multidose (ciclosporina emulsión oftálmica 0,05%) estará disponible al mismo precio que los viales de dosis única.



En España no disponemos de ella, si bien, es fácil adquirirla .

OFTALMÓLOGO ESTEPONA

sábado, 6 de mayo de 2017

ULTRAVIOLETAS



Pese a la extrañeza de su nombre, la fotofobia es una condición por la que numerosos pacientes sienten dolor o incapacidad de abrir los ojos cuando estos están expuestos a condiciones de luz intensa. No se puede decir que esta afección sea una enfermedad, más bien se trata de un síntoma que puede estar provocado por otras patologías.

Por norma general, este molesto síntoma suele estar ocasionado por otros problemas oculares o por causas neurológicas. No obstante, padecer fotofobia puede mermar la calidad de vida. Por este motivo, la principal recomendación para aquellos que sufren este tipo de síntomas es que acudan a la consulta de su oftalmólogo para que se pueda evaluar el problema y localizar la causa principal. Tratar la enfermedad asociada es la mejor forma de solventar este síntoma.



Lo más común es que quienes padecen de esta característica sufran ciertas molestias en los ojos cuando tienen frente a ellos una luz intensa y brillante. Las condiciones lumínicas del momento y el lugar suelen influir muchísimo en las molestias oculares relacionadas con la fotofobia. El lagrimeo constante, la imposibilidad de abrir los ojos y el dolor orbital son los indacadores más frecuentes de que padecemos fotofobia. Obviamente esto ocurre porque el ojo activa su mecanismo de defensa para protegerse ante las condiciones que, por circunstancias, le resultan nocivas.
Como hemos comentado con anterioridad, la fotofobia no puede describirse como una patología en sí, ya que suele ser consecuencia de otro tipo de afecciones. En la actualidad no se conocen con claridad los fundamentos fisiopatológicos que ocasionan este síntoma, pero sí que se sabe que suele ser una respuesta a algunos problemas oculares o neurológicos. En este sentido, las personas que tienen los ojos más claros cuentan con una predisposición mayor a padecer fotofobia.
Lo que ocurre en el ojo es que el exceso de luz estimula rápidamente los receptores del dolor que se ubican en el nervio trigémino. Este nervio es uno de los que más sensibilidad tiene en todo el cuerpo. Por lo tanto, si se presenta una enfermedad inflamatoria ocular es posible que presente como síntoma la fotofobia. Podríamos decir que patologías como la escleritis o la uveítis son causantes de esta condición tan molesta para quienes la sufren.

Sin embargo, las causas neurológicas de este síntoma pueden estar asociadas al padecimiento de migrañas o jaquecas crónicas. El tálamo procesa la luz en el cerebro, pudiendo ocasionar dolor al activar los fotorreceptores. No obstante, los pacientes afectos de estas patologías pueden notar un síntoma similar a la fotofobia pero que nada tiene que ver con esta. Se trata de los destellos o flases oculares que se originan un rato antes de que comience la cefalea migrañosa. La realidad es que este tipo de síntomas nada tienen que ver con la recepción de la luz, sino con la vasodilatación y la vasoconstricción de las meninges en el nervio óptico.

El tratamiento que evita o reduce la fotofobia pasa por tratar la patología que subyace y la origina. Por norma general, lo más importante es tratar la raíz del problema para evitar que los molestos síntomas perduren en el tiempo. El oftalmólogo puede colocar gotas anestésicas en los ojos para poder realizar una exploración óptima, ya que la fotofobia puede estar ocasionada por diversos factores, incluido un traumatismo ocular.

Por otra parte, determinados medicamentos de uso común como los antihistamínicos, algunos antibióticos o anticonceptivos e incluso el consumo de drogas puede ocasionar fotofobia, debido a la dilatación pupilar que ocasionan. Al tener las pupilas dilatadas, la retina recibe un exceso de luz y pude dar lugar a los síntomas de que hablamos.



A los pacientes que sufren fotofobia se les recomienda utilizar gafas oscuras con protección lateral para que la luz no tenga ningún rincón por el que pasar. En casa es conveniente no poner las luces muy altas y lo más importante es la visita al oftalmólogo para que, este pueda tratar el problema que ocasiona este síntoma y atajar la recuperación.

Tenemos que estar alerta al tipo de gafas de sol; normalmente un filtro 3 es suficiente. Y no las compres en cualquier sitio.


OFTALMÓLOGO ESTEPONA