jueves, 18 de diciembre de 2014

SEQUEDAD Y LÁSER



Ante una sequedad grave, de causa autoinmune o bien tras un lasik mal indicado, tenemos que actuar con diligencia y comprensión.

La sequedad ocular severa que se trata (no se cura y apenas se palia, simplemente se “trata”) con suero autólogo, restasis, y gotas qua hay que aplicarse a intervalos que se miden en minutos (esta gota cada 20-30 minutos, esta cada hora…)




La sequedad no se detiene por la noche. No es que “ahora me voy a dormir, mañana seguimos, queridas gotas” ni tampoco “una gotita por las mañanitas y ya está”. No.

La sequedad sigue de noche igual que de día, un día y otro y otro y un mes y otro y otro y un año y otro y otro, y así hasta que uno se vuelva algo amargado y desesperanzado. (que también seguirá).

Una de las afectadas tras un lasik me decía hace años, “tengo que aplicarme en los ojos una pasta bastante molesta (es una pasta en los ojos aunque lo intenten disimular llamándolo “gel”) antes de acostarme para no tener que despertarme a echarme gotas cada media hora”. Imagínese dormir con una pócima en los ojos. Pues ella tampoco puede, pero como no puede vivir sin dormir se toma un somnífero. Antes de la operación no se tenía que echar ninguna gota, ni se tenía que aplicar ninguna pasta, y no necesitaba drogarse para quedarse totalmente dormida.




A las 4 de la mañana ya se ha pasado el efecto de la pasta (perdón, del gel), ya no aguanta más la sequedad, y tiene que levantarse a echarse gotas, y otra vez el ritmo diario. Qué maravilla, despertarse por la mañana y no tener que ponerse las gafas, ver las rendijas de la persiana con nitidez, la luz con claridad… ella también esperaba esos despertares.

Otra de las afectadas padece queratitis crónica, fotofobia, visión borrosa, y dolor de ojos continuo. Imagínese que sus ojos le duelen continuamente. Dolor continuo no es que ahora me duele pero luego se me pasa, o que por las mañanas estoy bien pero luego por las noches me duelen los ojos de cansancio, o que hoy que he tenido que usar el ordenador me duelen más que ayer que estuve de paseo. No. Dolor continuo es que me duele ahora, y luego también, y después también, y por la tarde también, y por la noche también, y mañana a las cuatro de la madrugada cuando ya no me hace más efecto esa pasta asquerosa también, y mañana también, y pasado mañana también, y el siguiente día también, y el siguiente, y el fin de semana que nos vamos a ver a mis familiares también, y el lunes también, y el martes también, y el miércoles también, y el jueves también, y el viernes también, y el sábado también, y el domingo también, y la semana siguiente también, y la siguiente también, y la siguiente también, y la siguiente también, y el mes que viene también, y el siguiente también, y el siguiente también, y el siguiente también, y el siguiente también, y el año que viene también, y el siguiente también, y el siguiente también, y el siguiente también, y el siguiente también, y así hasta que me vuelva muy mal.




La afectada anterior padece tal grado de sequedad que cada vez que parpadea siente como si le rasparan la córnea. Ha tenido que entrenarse para intentar controlar sus parpadeos. Imagínese que siente como si tuviera algo metido en el ojo, sólo que no se lo va a poder sacar nunca. Y todo ello gratamente acompañado de dolor ocular crónico. Al anochecer, el somnífero, y al amanecer, el antidepresivo.

Han tenido que dejar sus trabajos (y la esperanza de recuperarlos) porque no aguantan el aire acondicionado, o no aguantan el ordenador más de quince minutos al día, o ni siquiera aguantan cuatro páginas seguidas de lectura en papel. Se acabó leer libros o trabajar en internet o ver la tele, y del cine mejor no hablemos. Hay personas con minusvalía reconocida que tienen mucha mejor salud, no sufren semejante calvario y viven muchísimo mejor.

El día anterior de la operación no padecían sequedad, ni tenían que echarse gotas, ni les dolían los ojos, hacían vida normal, no necesitaban pastillas para dormir, ni mucho menos antidepresivos para vivir. Y todo ello en plena juventud: ninguno llega a los 40 y algunos ni siquiera a los 30, y ya tienen ojos de anciano, o peor. Cómo estarán cuando tengan cuarenta o cincuenta años?




Y no fue que eligieron los peores médicos ni las peores clínicas. Les operaron los mejores doctores en las mejores clínicas con la más avanzada tecnología. Y tampoco fue que se operaron hace muchos años que la tecnología no estaba tan “avanzada”. Todos ellos son recientes: hace tres años, hace un año, hace meses… Todo iba a salir perfecto: “Tus ojos están sanos”, les decían, “las complicaciones ocurren a un caso entre mil”. Y ellos iban a decir: “esto es lo mejor que he hecho en mi vida, por qué no lo habré hecho antes” e iban a mejorar toda su vida gracias a la operación, y en agradecimiento iban a grabar un vídeo testimonial donde contarían al mundo su feliz historia, recomendarían efusivamente la operación y derramarían todas sus “gracias” a todo el personal de la clínica por su amabilidad y su profesionalidad. Ellos también estaban seguros de que a ellos no les iban a tocar esos horrores que cuentan en internet sólo para meter miedo a los pacientes.

Por mucho que los doctores se empeñen en negar lo evidente, su pérdida de salud visual se debe a la operación. Antes de la operación tenían una salud ocular envidiable (por mucho que la industria se empeñe en identificar gafas con “incorrección”), y después padecen secuelas que antes ni siquiera imaginaban. Otra cosa es que la clínica se haya blindado judicialmente o que un juez no disponga de suficientes pruebas que lo demuestren, pero nosotros sabemos muy bien cómo veíamos antes y cómo vemos ahora. Y nadie es inmune al error y, por mucho que los doctores lo nieguen el verdadero riesgo que se empeñan en ocultar es excesivo e inasumible y los resultados son impredecibles.





Da mucha pena, y un gran disgusto, atender en consulta a estos pacientes; pero ahí debemos estar. A la gran mayoría de ellos les podemos ayudar con lagrimas artificiales ( Hyabak, Navitae, Lipolac…) , lagrimas naturales ( suero/plasma autólogo ), ciclosporina bien tolerada, y algún antiinflamatorio ( Vexol). Esperamos seguir orientando previamente a un hipotético láser, y desaconsejarlo cuando sea preciso; y tratando esos postoperatorios dolentes.


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