martes, 17 de febrero de 2015

OJOS DULCES



La diabetes puede dañar los ojos, puede causarles daño a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, la parte posterior del ojo, lo cual se conoce como retinopatía diabética. 
La diabetes también aumenta el riesgo de padecer glaucoma, cataratas y otros problemas oculares.

La retinopatía diabética es causada por daño a los vasos sanguíneos de la retina, la capa de tejido en la parte posterior del interior del ojo. La retina transforma la luz y las imágenes que entran en el ojo en señales nerviosas que son enviadas al cerebro.



La retinopatía diabética es la causa principal de ceguera en los estadounidenses entre 20 y 74 años. Las personas con diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2 están en riesgo de padecer esta afección.
Existen dos etapas de la retinopatía diabética:
La no proliferativa se presenta primero.
La proliferativa es más grave y avanzada, y es menos común.   
La probabilidad de enfermar de retinopatía y tener una forma más grave es mayor cuando:
Usted ha tenido diabetes por mucho tiempo.
Su azúcar (glucosa) en la sangre ha estado mal controlada.  
Algunos tipos de ejercicio pueden empeorar la retinopatía diabética. Si tiene retinopatía, consulte con su médico antes de comenzar un programa de ejercicios.

Otros problemas que se pueden presentar en personas con diabetes abarcan:
Cataratas: opacidad del cristalino del ojo.
Glaucoma: aumento de la presión en el ojo, que puede llevar a ceguera.
Edema macular: visión borrosa debida a que se filtra líquido hacia la zona de la retina que suministra la visión aguda central.
Desprendimiento de retina: la cicatrización puede provocar que parte de la retina se salga de la parte posterior del globo ocular. 




La hiperglucemia o los cambios del nivel de azúcar en la sangre a menudo causan visión borrosa. Esto se debe a que el cristalino en la parte media del ojo no puede cambiar de forma cuando tiene demasiado azúcar y agua. Este no es el mismo problema que la retinopatía diabética.

Con mucha frecuencia, la retinopatía diabética no provoca síntomas hasta que el daño a los ojos es grave. Esto se debe a que el daño puede afectar a una parte importante de la retina antes de que la visión esté afectada.

Los sintomas suelen ser: Visión borrosa y pérdida lenta de la visión con el tiempo; sombras o áreas de visión perdidas; dificultad para ver en la noche

Muchas personas con retinopatía diabética inicial no presentan síntomas antes de que ocurra un sangrado en el ojo. Ésta es la razón por la cual toda persona con diabetes debe hacerse exámenes oftalmológicos regulares.



El oftalmólogo le examinará los ojos. Primero le pedirán que lea una tabla optométrica. Luego usted recibirá gotas oftálmicas para dilatar las pupilas de los ojos. Los exámenes que le pueden hacer implican:
Medir la presión del líquido dentro de los ojos (tonometría).
Revisar las estructuras dentro de los ojos (examen con lámpara de hendidura).
Revisar y fotografiar sus retinas (angiografía con fluoresceína)

Si usted tiene retinopatía diabética en etapa temprana (no proliferativa), el médico puede observar:
Vasos sanguíneos en el ojo que son más grandes en ciertos puntos (llamados microaneurismas).
Vasos sanguíneos que están bloqueados.
Pequeñas cantidades de sangrado (hemorragias retinianas) y líquido que escapa hacia la retina.
Si tiene retinopatía avanzada (proliferativa), el médico puede observar:
Nuevos vasos sanguíneos que empiezan a crecer dentro del ojo, lo cuales son frágiles y pueden sangrar.
Pequeñas cicatrices que se forman en la retina y en otras partes del ojo (el humor vítreo).
Este examen es diferente a ir al optómetra a que le revisen su visión y ver si necesita anteojos nuevos. Si nota un cambio en la visión y consulta a un optómetra, no olvide comentarle que tiene diabetes.

Es posible que las personas con la forma temprana de la retinopatía diabética no necesiten tratamiento. Sin embargo, un oftalmólogo entrenado para tratar la retinopatía diabética debe hacer un seguimiento cuidadoso.
Una vez que el oftalmólogo note que están proliferando nuevos vasos sanguíneos en la retina (neovascularización) o que se desarrolla edema macular, por lo general se necesita tratamiento.




La cirugía del ojo es el tratamiento principal para la retinopatía diabética.
La cirugía del ojo con láser crea pequeñas quemaduras en la retina donde hay vasos sanguíneos anormales. Este proceso se denomina fotocoagulación y se usa para impedir que los vasos presenten filtración o para reducir el tamaño de los vasos anormales.
Una cirugía llamada vitrectomía se usa cuando hay sangrado (hemorragia) en el ojo. También puede usarse para reparar el desprendimiento de retina.
Hay fármacos que se inyectan en el globo ocular y que pueden ayudar a evitar la proliferación de vasos sanguíneos anormales.

Siga los consejos de su médico oftalmólogo sobre cómo proteger su visión. Procure que le hagan exámenes oftalmológicos tan a menudo como se recomiende, generalmente una vez cada 1 a 2 años.

Si usted tiene diabetes y su azúcar en la sangre ha estado muy alto, el médico le dará nuevas medicinas para bajar su nivel. Si tiene neuropatía diabética, su visión puede empeorar por un corto tiempo cuando comience a tomar el medicamento que mejora su nivel de azúcar en la sangre.


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