En la esclerosis multiple, se
detecta reducción acelerada de las células ganglionares de la retina y
adelgazamiento de la capa plexiforme interna .
La tomografía de Coherencia
Óptica (OCT) ha mejorado la capacidad de los oftalmólogos para detectar y tratar mejor la patología
retiniana. Es una manera rápida, en que de modo cuantitativo y objetivo , y
mediante una exploración no invasiva, se observa al detalle la anatomía de la
retina . El OCT es capaz de visualizar y cuantificar las capas específicas de
la retina con precisión impresionante. El OCT a través de la evaluación de la
capa de fibras nerviosas de la retina (CFNR) es básico para el diagnostico, control
y evolución de todo glaucoma, pero también es útil en el tratamiento de
patologías maculares, tales como la enfermedad de Best y la degeneración
macular, entre otras.
En un estudio recientemente
publicado en Neurology, una
aplicación clínica relativamente nueva del OCT es el diagnostico y seguimiento de
la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad neurodegenerativa desmielinizante, que
afecta a múltiples áreas del sistema nervioso central, incluyendo la retina y
el nervio óptico. El estudio de Ratchford y colegas incluyeron 164 pacientes
con EM y 59 pacientes sanos. Se incluyeron los 4 subtipos de esclerosis
múltiple : el síndrome clínicamente aislado, EM recurrente-remitente, EM
progresiva primaria, y la forma progresiva secundaria.
Los pacientes fueron seguidos
durante un promedio de 21,1 meses y fueron supervisadas por la evaluación
clínica y la RM
cerebral anual. El disco óptico y la mácula se evaluaron con OCT cada 6 meses, y se cuantificaron la capa de las células
ganglionares, la plexiforme interna
(GCIP) y las capa de la CFNR. Los investigadores, ante la hipótesis de que la gravedad y progresión
de la enfermedad sistémica se correlaciona con el grado de adelgazamiento de la CFNR y GCIP, llegaron a una
suposición plausible.
El adelgazamiento más grave
se produjo en pacientes con lesiones nuevas y se correlacionó con la aparición
de la EM en los
últimos 5 años. Fue de interés, que los valores de GCIP y el adelgazamiento de la CFNR no eran
iguales en los pacientes con EM. La capa GCIP pareció ser más sensible a los
cambios desmielinizantes porque estaba adelgazada en 46% más (-0,37 micras /
año vs -0,20 micras / año). La
CFNR tenía un adelgazamiento significativamente valorable y
más rápida en los pacientes con EM en comparación con los pacientes control. La
nuevas lesiones realzadas con gadolinio y las nuevas lesiones T2 fueron los
factores más predictivos de adelgazamiento acelerado de la GCIP (p <0,001).
Las recaídas de neuritis óptica también se asociaron con mayores tasas de
adelgazamiento en GCIP .
En general, el adelgazamiento
de GCIP era más indicativo de la gravedad de la enfermedad sistémica que el adelgazamiento
de CFNR. Este adelgazamiento no se asoció con deterioro de la función visual en
este estudio, pero otros estudios han descrito esta relación. El 1,25% tenían una reducción al contraste más
que pérdida de agudeza visual ; un resultado lógico, ya que la función visual
tiende a reducirse en EM mientras que la agudeza visual está relativamente
conservada.
Este estudio expone una evidencia
nueva y útil . El adelgazamiento de la capa GCIP está más estrechamente
asociado con la progresión de la EM
, que los valores radiológicos y las medidas clínicas, y que el adelgazamiento
de CFNR . Este hallazgo debe ser apoyada por estudios más grandes, más duraderos;
y esta normativa del OCT debería ampliarse y aplicarse universalmente a la
práctica clínica. Los estrictos criterios de inclusión, tales como la exclusión
de los pacientes con una historia de neuritis óptica y minimizando el espectro
de los subtipos de EM, conseguiría aumentar la uniformidad y la validez.
Varias conclusiones
clínicamente relevantes se pueden extraer de este estudio. El estudio de la
compleja GCIP puede ser útil en el seguimiento de la eficacia de los
tratamientos de la EM
cuando otros signos clínicos no son lo suficientemente sensibles como para
mostrar bajos niveles de inflamación. En última instancia, la función visual
del paciente y la calidad de vida son los indicadores más importantes de la
eficacia del tratamiento; y si este adelgazamiento de GCIP está correlacionado
más estrechamente con estas entidades, puede convertirse en el método preferido
de monitorizar la progresión de la
EM en el ojo.
El OCT ha demostrado su
mérito en la práctica oftalmológica diaria, pero en el futuro puede ser incorporado
en el tratamiento rutinario de las enfermedades neurológicas. Estamos en ello;
ya hicimos un artículo sobre este tema hace casi 1 año.
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