miércoles, 2 de diciembre de 2015

OMEGA 3


Tratamiento oral con ácidos grasos omega-3 para síndrome de ojo seco

Se evalua la eficacia del consumo de complemento dietario de ácidos grasos omega-3 en pacientes con síndrome de ojo seco asociado al uso del ordenador, mediante test de Schirmer, tiempo de ruptura de la película lagrimal (BUT) e impresión citológica conjuntival.
  
El síndrome de ojo seco es un problema que afecta la salud pública y la calidad de vida, en los últimos años se ha avanzado en la comprensión de su patogénesis. La inflamación de la superficie ocular es considerada parte integral del síndrome de ojo seco. 



La salud de la superficie ocular se ve afectada por las hormonas, los lentes de contacto, cirugías refractivas, humedad, medicamentos, el tabaco y el trabajo informático. Casi todos, incluyendo niños y estudiantes, profesionales del software y personas mayores están conectadas al ordendor todos los días, entre 2 y 12 horas; y el uso de teléfonos móviles se suma a dicha carga.

Mucha gente experimenta uno o más síntomas a los que nos referimos como el síndrome visual del ordenador: cansancio ocular, dolor de cabeza, ardor, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño, visión borrosa, a veces acompañado por dolor de espalda y cuello. Los síntomas visuales predominan en 64 a 90% de los pacientes.

Los usuarios de computadoras utilizan normalmente lágrimas artificiales para tratar el ojo seco, aunque esto proporciona alivio, la pato-fisiología del ojo seco se ve alterada.
 



Los ácidos grasos omega 3 son anti inflamatorios y han demostrado ser efectivos en condiciones como artritis reumatica y enfermedades coronarias, además, algunos estudios han informado aumento de la producción de lágrimas en pacientes con ojo seco después del consumo de suplementos dietarios de aceite de pescado y aceite de linaza durante 3 meses.
 

El presente estudio analiza la hipótesis de que el consumo oral de ácidos grasos omega 3 mejora los síntomas de ojo seco, y la mejora de la citología limbal y la morfología como así también los marcadores del test de Schirmer y BUT en usuarios de computadoras sintomáticos, comparados con placebo.  
 

Colaboraron 478 pacientes sintomáticos usuarios de ordenadores durante más de tres horas diarias durante al menos un año; fueron divididos en dos grupos: 220 pacientes recibieron dos capsulas de ácidos grasos omega 3, conteniendo 180 miligramos de ácido eicosapentaenoico (EPA) y 120 mg ácido decosahexaenoico (DHA) diariamente y 236 recibieron dos cápsulas diarias de placebo, conteniendo aceite de oliva. Se evaluó la mejoría de los síntomas de ojo seco y se midió la mejora en grado Nelson y en el test de Schirmer y BUT a los tres meses.
 




El estudio fue realizado al norte de India, donde la dieta es básicamente vegetariana (deficiente en ácidos grasos omega 3). El vertiginoso aumento del uso de ordenadores personales e Internet ha hecho que aumenten los síntomas de ojo seco en personas jóvenes y de mediana edad. El principal método para diagnosticar el síndrome es la evaluación de los síntomas. Sin embargo, un paciente puede no ser sintomático aunque la producción de lágrimas sea anormal y no todos los pacientes sintomáticos tienen una función lagrimal anormal. Esto fue confirmado en el presente estudio ya que entre los usuarios sintomáticos de computadora, el 33% tuvo un test de Schirmer anormal, el 55% tuvo BUT anormal y el 35% tuvo citología anormal en línea de base.
 

Una de las principales características del ojo seco es la alteración del epitelio conjuntival y corneal según se observa mediante tinción. No obstante, dicho método no muestra el grado de metaplasia escamosa o cambios en la densidad de células goblet. Por lo tanto, en el presente estudio utilizamos la impresión citológica conjuntival para detectar daño epitelial, y su recuperación, después de comenzar con suplemento dietario.
 



El suplemento dietario con ácidos grasos omega 3 redujo significativamente los síntomas del grupo al compararlo con el grupo placebo, el 70% de los pacientes quedaron sin sintomatología, frente a 14,9% de los pacientes tratados con placebo.
 

A los 3 meses, los resultados del test de Schirmer mejoraron en ambos grupos, pero la mejoría fue reducida. Esto podría atribuirse a la poca cantidad de participantes.
También hubo una mejora significativa en los resultados de BUT en el grupo tratado con ácidos grasos omega 3, con respecto al grupo placebo. La mejoría con respecto a línea de base fue evidente por el aumento del conteo de células goblet y menor cantidad de células epiteliales poligonales.
 



La mejora significativa en los síntomas de ojo seco y resultados de BUT en el grupo tratado con suplemento de ácidos grasos omega 3, indica que dicho suplemento mejora la estabilidad de la película lagrimal, más que aumentar el volumen y producción de lágrimas. Esto se vio reforzado por una menor evaporación lagrimal y mejor índice Nelson en el grupo tratado con omega 3.

El presente estudio demostró el efecto benéfico de la administración oral de ácidos grasos omega 3, para el alivio de los síntomas de ojo seco, disminución de la evaporación lagrimal y mejora del índice Nelson en pacientes que padecen ojo seco asociado con el uso del ordenador.

En nuestra experiencia personal es cierto pero con algún matiz,

OFTALMÓLOGO ESTEPONA




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