La moderna
cirugía de cataratas, mediante facoemulsificación, que tan agradablemente iniciamos en Málaga hace ya 22 años, reduce al mínimo el riesgo de complicaciones en los
pacientes diabéticos
La
mayoría de los pacientes diabéticos puede beneficiarse de la cirugía de
catarata moderna tanto como las personas sin diabetes, a menos que el edema
macular diabético preexistente esté presente, por ello la necesidad de una OCT en el preoperatorio.
"La
mayoría de nosotros hemos sido educados con las recomendaciones ETDRS para
llevar a cabo, después de la extracción de cataratas, la fotocoagulación con
láser panretiniana en pacientes con retinopatía diabética no proliferativa
severa y láser rejilla central para pacientes con edema macular. Estábamos en
la década de 1980 y tratábamos a los pacientes con las técnicas de aquellos días, según "Morten la Cour, MD, en la reunión de la Sociedad Europea de
Oftalmología.
Con la moderna cirugía de cataratas mínimamente invasiva, el riesgo de desarrollar DR
o edema macular diabetico (EMD) después de la cirugía de cataratas es bajo, a condición de que no haya un DR
proliferativo anterior o edema macular nimio previo. Los resultados visuales
pobres pueden correlacionarse con mal control metabólico más bien que por el trauma
quirúrgico.
Si el EMD ya está presente, por otro lado, tiende a persistir o empeorar en el
período postoperatorio, debido a el mismo mecanismo que tiende a producir edema
macular cistoide como una complicación.
"Es,
como cuestión de hecho, difícil de diferenciar entre los dos", dijo la
Cour. Es esencial hacer una tomografia (OCT) previa.
Las
ganancias en la agudeza visual mejor corregida se limitan sin más a la intervención,
y el tratamiento es necesario. Los anti-VEGF, esteroides y AINE son las
opciones disponibles, pero actualmente no hay directrices basadas en la
evidencia para su uso. El estudio PREMED Europeo está en marcha y arrojará luz
sobre el tratamiento óptimo.
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