Gafas de sol para cuidar de tus ojos.
La salud de nuestros ojos es un aspecto fundamental que debemos cuidar por todos los medios. Esta salud ocular puede verse muy perjudicada si utilizamos unas gafas de sol que no cumplan con las especificaciones apropiadas. Por ello es tan importante saber las cosas que debemos valorar en unas gafas antes de su adquisición.
Generalmente lo primero que se busca en unas gafas
es que nos queden bien, pero por desgracia es un pensamiento erróneo. Es
importante que nos favorezcan, por supuesto, pero es más importante asegurarnos
de la calidad de sus cristales, el principal factor que favorece (o perjudica)
la salud de nuestros ojos.
Las autoridades sanitarias se han asegurado que podamos
diferencias claramente las gafas que son de calidad de las que no, por ello a
las gafas que cumplen todos los requisitos se les pone una etiqueta marca “CE”,
que es el ello de homologación de calidad de la Unión Europea. Ninguna gafa que
no haya superado unos estrictos controles de calidad podrá llevar esta
etiqueta.
Por desgracia como nos informan, muchas gafas de
mercadillo o de bazares de precios bajos imitan esta etiqueta. Para evitar
estos fraudes lo que nos recomiendan es comprar las gafas en ópticas y tiendas
especializadas. Unas gafas que compremos fuera de estos medios tienen casi el
100% de posibilidades de ser “falsas” y, por tanto, perjudiciales a nuestra
vista.
El papel de los cristales de las gafas de sol es
proteger a nuestros ojos de la radiación ultravioleta (UV) del sol. Unas gafas
de calidad presentan el correspondiente filtro UV que evita que los rayos del
sol dañen nuestras pupilas. Además unas gafas de sol de calidad evitan los
molestos reflejos del sol y nos permiten ver mejor al mejorar el contraste de
nuestra visión.
El problema con las gafas de imitación es que
generalmente presentan unos cristales demasiado oscuros que sí que nos permiten
estar a gusto y protegernos del sol, pero nuestras pupilas se dilatan en exceso
lo que hace que la retina del ojo reciba una radiación ultravioleta demasiado
elevada y acabe por quemarse y por dañarse irreversiblemente.
Este problema se incremente aún más en las
personas de ojos claros, que necesitan unos cristales más oscuros y con más
filtro solar ya que sus pupilas son más sensibles que las de las personas con
ojos oscuros.
Dependiendo el uso que les vayamos a dar a
nuestras gafas de sol, será conveniente elegir bien el filtro de nuestras
gafas. Éste va desde el factor 0, apropiado para lugares con poca luz y especiales
para los días de invierno, que solo absorben un 20% de la luz del sol, hasta el
filtro 4 que son las que más rayos solares reducen, casi el 85%, y son
especiales para deportes de montaña o acuáticos. Estas gafas de filtro 4 en
lugares sin casi luz no nos dejarán ver nada, así que cuidado al usarlas para
conducir.
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