La composición de la película lagrimal tiene una gran importancia
en la estabilidad y viabilidad del epitelio corneal y conjuntival. La córnea
adquiere los nutrientes principales del humor acuoso y los factores de
crecimiento (FC), vitaminas y neuropéptidos de la glándula lagrimal. Estos
últimos tienen gran importancia ya que son los responsables de la
proliferación, migración y diferenciación de las células del epitelio corneal y
conjuntival. Todos ellos se encuentran en la lágrima, en proporciones
adecuadas, para garantizar el buen funcionamiento de la superficie ocular.
En el síndrome de ojo seco la composición de la lágrima se altera
y cuando se desencadena el proceso inflamatorio aparecen, además, nuevos
elementos como son los factores asociados con la respuesta inflamatoria. La
película lagrimal pierde así sus propiedades y si se trata de un ojo seco
severo el tratamiento con lágrimas artificiales convencionales resulta
claramente insuficiente. En estos casos se acude a la utilización del suero
autólogo (SA). El suero es el sobrenadante resultante de la centrifugación de
la sangre. La ventaja de la utilización del suero como tratamiento del ojo seco
severo se fundamenta en que dicho fluido incluye una serie de factores que se
encuentran asociados a efectos beneficiosos resultando particularmente de gran
interés aquellos relacionados con el crecimiento y mantenimiento de las células
epiteliales .
Dentro de éstos se encuentran, entre otros, distintos factores de
crecimiento como el factor de crecimiento epitelial (EGF), el factor de
crecimiento transformante β (TGF-β), los factores de crecimiento de los
fibroblastos ácido (aFGF) y básico (bFGF), el factor de crecimiento derivado de
plaquetas (PDGF) y el factor de crecimiento tipo insulina 1. Además de éstos
también cabe destacar distintos componentes como la vitamina A, la
fibronectina, la albúmina, la α-2 macroglobulina y neuropéptidos como la sustancia
P.
Los factores de crecimiento juegan un papel fundamental en la
cicatrización corneal. El factor de crecimiento epitelial estimula la
proliferación y diferenciación celular y se le han atribuido propiedades
antiapoptóticas. Junto con el factor de crecimiento transformante β produce
migración en poblaciones de células corneales epiteliales, asociándose con
procesos de reparación epitelial y estromal. Los factores de crecimiento de
fibroblastos ácido y básico han demostrado acelerar el proceso de cicatrización
corneal en conejos. La fibronectina se relaciona con la la reepitelización y la
alfa-2-macroglobulina ha presentado efectos beneficiosos en quemaduras con
sustancias alcalinas. De la misma forma, los factores neurales como la
sustancia P son importantes para la migración epitelial corneal. Además el
suero contiene proteínas como la albúmina capaces de mejorar la estabilidad de
los factores anteriormente mencionados e inmunoglobulinas como la IgG así como
factores del complemento.
Cuando el suero que se administra es del propio individuo se
denomina suero autólogo (SA). La utilización del suero autólogo en el
tratamiento del ojo seco severo ha ganado una gran popularidad en los últimos
10 años. No obstante sigue siendo un área restringida ya que su preparación
tiene que ser llevada a cabo por personal especializado. En determinados casos
se ha recurrido al empleo de suero fetal bovino y suero extraído del cordón
umbilical aunque estos dos fluidos no tienen la ventaja de carecer de
antigenicidad como es el caso del suero autólogo.
La eficacia del SA está relacionada con la estabilidad de los
componentes esenciales. El período de almacenamiento en la nevera (4ºC) suele
ser de 1 mes y en el congelador (-20ºC) durante varios meses. Algunos autores
han demostrado la estabilidad de determinados componentes del suero autólogo
después de un mes a 4ºC y durante tres meses a -20ºC.
Teniendo en cuenta todos los puntos señalados anteriormente una
estrategia para mejorar la estabilidad del suero autologo sería acudir al
empleo de recursos tecnológicos como a la liofilización del preparado. Este
proceso está destinado a eliminar el disolvente del preparado, en este caso
agua y así aumentar la estabilidad del producto. Si el proceso se lleva a cabo
correctamente los componentes mantienen sus propiedades y al reconstruir de
nuevo el preparado con el disolvente eliminado éste goza de las mismas
características que la formulación inicial. Este proceso se emplea en vacunas y
preparados de características semejantes al SA con unos resultados óptimos.
Además, la liofilización permite la incorporación de elementos coadyuvantes a
la formulación que pueden favorecer la estabilidad de los factores críticos del
SA. También se podrían añadir sustancias con propiedades óptimas para la
regeneración corneal, como es el caso de determinados azúcares o biopolímeros.
Si se trata de mejorar las características de la formulación
también cabe la posibilidad de añadir determinados componentes capaces de
aumentar el tiempo de contacto de la formulación con la superficie corneal.
Para esto se podría acudir a la adición de polímeros mucoadhesivos que ya son
empleados en la actualidad en el tratamiento del ojo seco y que han demostrado
unos resultados óptimos.
Lo venimos usando desde hace 7 años, y hasta la fecha , salvo contadas excepciones, su valoración es positiva. Siempre podemos variar la concentracion, y/o usar plasma autólogo. Siempre es importante aportarlo a pacientes que lo necesiten...no todo ojo seco precisa ésto.
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