El cerebro y el ojo sano 'comen' dieta mediterránea
Individualizar y prescribir una alimentación equilibrada en función de
la aparición de patologías, como las neurodegenerativas, o para combatir y
prevenir la obesidad, se postula como el futuro de la disciplina.
Los beneficios de la dieta mediterránea en el
ámbito de la enfermedad cardiovascular, cuyo aval científico acaba de
confirmarse con el estudio Predimed en The
New England Journal of Medicine, se hacen extensibles a la patología
neurodegenerativa, según coinciden los ponentes de la mesa Nutrición en las
enfermedades neurodegenerativas, en las XVIIIJornadas de Nutrición Práctica y
el VIIICongreso Internacional de Nutrición, en Madrid.
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Buena proporción de ácidos omega 3 y vitaminas
antioxidantes
Las enfermedades neurodegenerativas
constituyen un abanico amplio, pero como ha matizado a DM Adrián Ares,
neurólogo del Hospital Universitario de León, pueden clasificarse en dos
grandes grupos: demencias y trastornos del movimiento, con los ejemplos paradigmáticos
respectivos de enfermedad de Alzheimer, por un lado, y de Parkinson y
esclerosis lateral amiotrófica (ELA), por otro. "Todas comparten en su
evolución factores como liberación de radicales libres, disfunción
mitocondrial, respuesta inflamatoria local y mecanismos de apoptosis". En
esos elementos comunes, la nutrición puede influir tanto en la evolución de la
enfermedad -"por ejemplo en ELA una nutrición adecuada alarga la
supervivencia"-, como en la prevención, aunque ésta es más difícil de
determinar científicamente.
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Es más fácil demostrar cómo influye en la evolución que
en la prevención
Así lo reconoce Ángel Gil, catedrático de
Bioquímica y Biología Molecular II de la Universidad de Granada y presidente de
la Sociedad Española de Nutrición: "Aún hacen falta más estudios de
intervención en humanos, pero desde luego hay trabajos de este tipo que apuntan
a los beneficios de nutrientes como el ácido docosahexaenoico (DHA), un graso
polinsaturado omega 3, presente sobre todo en el pescado azul; los niveles
deseables se logran con tres o cuatro raciones a la semana".
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El exceso resulta nocivo, tanto en alimentos como en
suplementación
Gil alude al papel crítico del DHAen la
estructura de las neuronas y en su protección. El catedrático destaca los estudios
llevados a cabo por Ricardo Uauy y Alan Dangour, en la Universidad de Londres,
así como el metanálisis dirigido por el propio Gil y publicado en British
Journal of Nutrition. De ellos, entre otros, se desprende que la administración
de DHA, en dosis que varían según los estudios entre 200 mg y un gramo diario,
mejoran la evolución de pacientes con Alzheimer, sobre todo si cuentan con
mutación en el alelo ApoE.
Menos es más
Además, otros estudios refrendan los beneficios frente a la enfermedad neurodegenerativa de las vitaminas del grupo B (1, 6 y 12), los antioxidantes C y E, la colina y la uridina. Con todo, Gil advierte de que el exceso de suplementos nutricionales ha de estar revisado por especialistas, pues puede causar efectos indeseados prooxidantes.
Además, otros estudios refrendan los beneficios frente a la enfermedad neurodegenerativa de las vitaminas del grupo B (1, 6 y 12), los antioxidantes C y E, la colina y la uridina. Con todo, Gil advierte de que el exceso de suplementos nutricionales ha de estar revisado por especialistas, pues puede causar efectos indeseados prooxidantes.
Estos nutrientes amigos del cerebro se hallan
en buenas proporciones en la dieta mediterránea, recuerda Gil. Por su parte,
Antonio Pérez de la Cruz, jefe del Servicio de Nutrición del Hospital Virgen de
las Nieves (Granada), añade otro factor ineludible siempre que se habla de
alimentos sanos: moderación.
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