Efecto de
gotas conteniendo lípidos vs. hialuronato de sodio
Comparación
del tratamiento con gotas conteniendo lípidos y gotas con hialuronato de sodio
en casos de disfunción de glándulas de Meibomio.
Recientemente se ha actualizado la definición
del síndrome de ojo seco agregando al diagnóstico la pérdida de homeostasis de
la película lagrimal y asignando un rol etiológico a las anormalidades
neurosensoriales. Asimismo, se confirmó que la disfunción de las glándulas
meibomianas es una de las principales causas del ojo seco evaporativo, con una
prevalencia de 3,5 a 70% en distintas publicaciones.
La diversidad de la cifras se debe a diferentes
criterios de diagnóstico. A pesar de las diversas definiciones de la patología,
casi todas mencionan síntomas oculares como irritación ocular, molestias,
dolor, alteraciones visuales, todos difíciles de medir objetivamente.
Los pacientes informan visión borrosa fluctuante
o cansancio ocular, lo que no puede verificarse mediante pruebas visuales
comunes.
La aberrometría es una técnica objetiva para
detectar problemas en la calidad óptica en casos de ojo seco y evaluar el
efecto del tratamiento.
Intentando aliviar los síntomas de ojo seco se
comenzó a utilizar hialuronato de sodio para hidratar la superficie y evitar la
deshidratación . Su eficacia y seguridad han sido demostradas en diversos estudios.
La deficiencia de la capa lípida de la película
lagrimal en casos de disfunción de las glándulas de meibomio, tiene como
resultado la evaporación e hiperosmolaridad.
Al sumar lípidos a las lágrimas artificiales se
puede aumentar el espesor de la capa lípida de la película lagrimal. En el
presente estudio se intentó determinar cuál de los dos tratamientos proporciona
mayor confort al paciente.
La homeostasis es
la capacidad del ojo de mantener su función normal a pesar de condiciones
adversas
Participaron 60 ojos de 30 pacientes con ojo
seco leve a moderado. Cada paciente recibió tratamiento con gotas conteniendo
lípidos o hialuronato de sodio aleatoriamente. Se registraron puntajes de los
síntomas oculares, tiempo de ruptura, test de Schirmer, tinción con
fluoresceína, meibografía y aberrometría antes de comenzar el tratamiento,
y a los tres meses.
De acuerdo con la definición más reciente de la
Sociedad de superficie ocular y película lagrimal, “el ojo seco es una
patología multifactorial de la superficie ocular caracterizada por la pérdida
de homeostasis de la película lagrimal”.
La homeostasis es la capacidad
del ojo de mantener su función normal a pesar de condiciones adversas. Se cree
que en las etapas iniciales del síndrome de ojo seco, este mecanismo
compensador se mantiene intacto hasta cierto grado.
Se pudo confirmar esto en nuestro estudio. Antes
del comienzo del tratamiento, el índice de disfunción de las glándulas de
meibomio estuvo significativamente correlacionado con el test de Schirmer, lo
que muestra que la secreción lagrimal (reflejada por el valor de Schirmer) está
relacionada con la gravedad de la perdida de glándulas meibomianas. Esto
indicaría que hay un incremento de la producción de lágrimas como compensación
a la disfunción de las glándulas de Meibomio.
Normalmente, el ojo seco se divide en dos tipos:
con deficiencia acuosa y evaporativo. El mal funcionamiento de las glándulas de
meibomio está asociado al ojo seco evaporativo. Hay cada vez más pruebas de que
la disfunción de las glándulas de meibomio puede existir sin signos aparentes
de inflamación del párpado o de obstrucción. Este tipo de patología está
asociado con la edad, uso de lentes de contacto, uso de pantallas de video-ordenador,
o incluso cirugía refractiva.
El tratamiento con hialuronato de sodio, se ha
comprobado que mejora la retención de agua sobre la superficie corneal,
estimula la migración epitelial y cicatrización de heridas corneales, mejorando
significativamente la tinción corneal, el tiempo de ruptura y síntomas subjetivos.
Las gotas con lípidos aumentan el espesor de la
capa lípida de la película lagrimal, mejora los valores de Schirmer, la tinción
corneal , tiempo de ruptura y síntomas subjetivos. En nuestro estudio, ambas
formulas utilizadas fueron libres de conservantes. Realizamos las pruebas de
control a los tres meses de tratamiento.
De acuerdo con lo que pudimos observar ambos
tratamientos son eficaces. Con respecto a la seguridad, dos pacientes del grupo
lípidos discontinuó el tratamiento por irritación local, picazón, ardor y visón
borrosa, y tres pacientes no se presentaron al control, mientras que en el
grupo hialuronato dos pacientes estuvieron ausentes a los controles.
Con respecto a las aberraciones oculares y
calidad óptica, en principio no se observaron efectos con ninguno de los dos
tratamientos, esto puede deberse a que todos los pacientes padecían ojo seco
leve a moderado.
Cuando analizamos los pacientes separándolos de
acuerdo a la gravedad de pérdida de glándulas de meibomio, observamos que
los que tenían una pérdida superior a 50% mejoraron algunas aberraciones
(cociente de Strehl y MTF) luego del tratamiento con lípidos.
Por lo tanto, nuestros resultados confirman que
en formas menos graves de disfunción de glándulas de meibomio, tanto el
hialuronato de sodio como los lípidos mejoran los parámetros de la película
lagrimal y los síntomas oculares en igual medida. Cuando la perdida de
glándulas de meibomio supera el 50%, el tratamiento con lípidos es más eficaz
en la mejora de parámetros de calidad óptica que con el hialuronato de sodio.
De acuerdo con lo observado, creemos que a
medida que avanza la disfunción de las glándulas de meibomio la capa lípida de
la película lagrimal se afina y el tratamiento acuoso nos es tan efectivo como
las gotas conteniendo lípidos que evitan la evaporación de lágrimas.
Las gotas oftálmicas conteniendo lípidos fueron
superiores a las que contenían hialuronato de sodio para mejorar las
aberraciones y calidad óptica de pacientes con disfunción de glándulas de
meibomio avanzada. Deberán realizarse nuevas investigaciones con mayor cantidad
de participantes para confirmar estos resultados.
A veces hay intereses medio ocultos. Toda la disfunción
lipídica de la que tanto se habla en los últimos 5 años es leve y superflua.
Nos inclinamos por el hialuronato y por el plasma autólogo . La historia
clínica nos dirá.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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