En el mundo se realizan anualmente
más de 22 millones de cirugías de cataratas
De todas nuestras capacidades sensoriales, quizá sea la
visión la que con el aumento de la edad más dependencia nos genere, de modo que
su pérdida, defectos congénitos o adquiridos y sus aberraciones nos lastran de
manera determinante. De aquí que su corrección vía cirugía ocular sea de
importancia sustancial en una sociedad con creciente esperanza de vida, de vida
con buena visión.
Con este objetivo en mente se ha celebrado recientemente en
Barcelona el 36º Congreso Mundial de Oftalmología (WOC18) que ha reunido a
15.000 especialistas de 130 países. En el encuentro se dieron a conocer los
últimos avances en equipos médicos y tecnologías quirúrgicas para actuaciones
en tratamientos oculares, muy especialmente para la cirugía de catarata,
posiblemente una de las intervenciones quirúrgicas más comunes.
La cirugía de la catarata es uno de los procedimientos
quirúrgicos más comunes; cada año se realizan en el mundo casi 22 millones de
intervenciones que van en incremento espectacular debido a los cambios
demográficos derivados del imparable aumento de la esperanza de vida y al
acceso creciente a la atención médica en todo el mundo. En consecuencia, la
Organización Mundial de la Salud-OMS calcula que hacia el año 2020 se
realizarán en el mundo más de 32 millones de operaciones de cataratas al año.
Aunque los datos están ahí, la realidad cotidiana que
recogen los oftalmólogos es que los pacientes muestran importantes lagunas
informativas llegado el momento de tratar sus cataratas, “desconocen sus
opciones terapéuticas, cuándo deben ser intervenidos; no saben cuál es la mejor
opción por sus características fisiológicas o para su edad”, explicó el doctor
Francesco Carones, especialista en cirugía refractaria y de cataratas.
En la reunión , el doctor Miguel Ángel Teus, director del
Departamento de Oftalmología del Hospital Príncipe de Asturias , reconoció que
“aún existe una importante necesidad no cubierta en el tratamiento de los
trastornos oculares. Por ejemplo, menos del 15 % de los pacientes con cataratas
reciben tratamiento en la actualidad para corregir el astigmatismo al mismo
tiempo en que se realiza la cirugía de la catarata”, como uno de los retos de
tratamiento.
La catarata, la opacidad del cristalino del ojo debida al
envejecimiento o a una lesión, es la principal causa de ceguera evitable en
todo el mundo. “Las cataratas asociadas a la edad causan cerca del 50% de las
cegueras, es decir, más de 22 millones de personas, y provocan una visión
deficiente en muchos millones más”, apuntó Francesco Carones. “Hay que buscar
las mejores soluciones para cada paciente, individualizar el tratamiento; no
hay gotas que valgan cuando aparecen las cataratas –que no son prevenibles-; se
necesita la cirugía que cada vez es más segura y precisa gracias a las
innovaciones tecnológicas. Mejorando el acceso a las últimas innovaciones,
ayudamos a construir el futuro del cuidado de la visión en beneficio de
millones de pacientes”, remarcó el experto italiano.
Porque las cataratas son la afección ocular más frecuente
relacionada con la edad y la principal causa de ceguera evitable en adultos a
partir de los 65 años de edad; “en la mayoría aparecen como parte del proceso
de envejecimiento normal –una de cada 10 persona en la vejez las tendrán-, pero
la excesiva exposición a radiación, la ingesta de esteroides, la diabetes y los
traumatismos oculares pueden acelerar su desarrollo. Se tratan mediante
cirugía, extrayendo el cristalino opaco y sustituyéndolo por una lente
intraocular (LIO). Más del 98 por ciento de las cirugías de cataratas tienen
éxito y, normalmente, los pacientes pueden volver a su rutina habitual muy
pronto después de la intervención”.
Aunque estas técnicas puedan resultar inicialmente caras
(1.500 euros por ojo) resulta una buena inversión. “Es una operación barata
porque te eliminas las lentillas y las gafas. La lente por si misma cuestan
menos que un iphone y el paciente la podrá llevar durante más de 30 años.
Además, estas innovaciones tecnológicas provocan que las oftalmológicas sean
las cirugías más seguras de cualquier otra especialidad médica”, zanjó
Vidal-Aroca.
El especialista Miguel Teus reconoció que los pacientes cada
vez son más exigentes y demandan ser intervenidos con mayor prontitud. “Todos
desarrollaremos presbicia en algún momento de nuestra vida. A partir de los 50
es cuando pueden someterse a la corrección de estos trastornos oculares. La
cirugía es casi perfecta, pero necesitamos instrumentos y enseñar a los
cirujanos jóvenes a manejarlos con la mayor precisión posible”.
No sólo la presbicia-vista cansada que aparece a los 50
años, sino el astigmatismo que se tenga de nacimiento también recibirá un mejor
tratamiento. Porque hoy día menos del 15 por ciento de los pacientes con
cataratas reciben tratamiento para corregir el astigmatismo que tienen
asociado. Precisamente es en esta capacidad para corregir no sólo la catarata
sino otras patologías que con frecuencia suelen ir adosadas, como presbicia y
astigmatismo, es hacia donde se va a dirigir la preparación que impartan en el
centro catalán.
En nuestro centro somos partidarios de individualizar cada
caso. Algunas veces una catarata con visión de un 0.7 es bastante invalidante, y le preocupa al
paciente con vida laboral activa; y otras ocasiones, una catarata con 0.5 de visión puede
esperar.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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