Complicaciones oftalmológicas de la
exposición a luz ultravioleta y azul violeta
Advertencia sobre los peligros potenciales de la exposición a luz
ultravioleta y azul violeta y resumen sobre las medidas preventivas más comunes.
La luz es parte del
espectro electromagnético, que va desde las ondas de radio hasta los rayos
gamma. La luz visible no es diferente a otros componentes electromagnéticos,
salvo que el ojo humano puede detectar las ondas visibles.
La luz puede
clasificarse según la longitud de onda, no todas son visibles. El ojo humano
puede ver luz con longitud de onda entre 380-780 nm. La longitud de onda menor
a 380 nm se denomina ultravioleta y la mayor de 780nm es la infrarroja.
A su vez, la luz
ultravioleta se divide en UV C (100-280 nm, onda corta), UV B (280-315 nm, onda
media) y UV A (315-380nm, onda larga). El sol es la única fuente de luz UV. Los
rayos UV C son filtrados eficazmente por la capa de ozono y la atmósfera. Los
UV A y UV B penetran la atmósfera y llegan a la superficie.
Los factores que afectan
la transmisión de los rayos UV son:
1.- La elevación del
sol. La radiación es más elevada a mediodía y en verano. Sin embargo, como
los ojos se encuentran ubicados dentro del hueso orbital, la luz de mediodía
llega menos que en otros momentos del día.
2.-Latitud: Las regiones
cercanas al Ecuador reciben mayor radiación UV.
3.- Nubes: Los rayos UV
A y B pueden penetrar nubes poco densas. La densidad afecta los niveles de
transmisión de radiación UV.
4.- Altura: En alturas
elevadas la atmósfera es más delgada y absorbe menos radiación UV,
permitiendo que más luz UV llegue a la tierra.
5.- Ozono: El ozono
absorbe la radiación UV C. Dicho mecanismo es cada vez menos eficiente ya que
la capa se está reduciendo.
6.- Refracción del
terreno: El pasto, la tierra y el agua reflejan menos del 10% de la radiación
UV que llega a la tierra, la nieve refleja hasta 80%, la arena seca alrededor
de 15 % y la espuma del mar alrededor de 25%.
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La longitud de onda
adyacente a UV A es lo que llamamos luz azul (también conocida como alta
energía visible), con aproximadamente 380-500 nm. La mayor parte de la luz
azul, junto con otra luz visible, se trasmite a través de la córnea y el
cristalino hasta alcanzar la retina.
Es esencial para
realizar una serie de funciones visuales como percibir objetos de distinto
color y el contraste a nuestro alrededor.
La luz azul turquesa,
con una longitud de onda cercana a la luz verde, sirve para regular los ciclos
circadianos y a su vez mantiene y regula funciones no visuales como la memoria,
estado de ánimo y equilibrio hormonal.
La luz azul violeta,
está cercana a la luz ultravioleta y por lo tanto tiene alta energía
(inversamente proporcional a la longitud de onda). Un exceso de luz azul
violeta es peligroso para la retina humana, si se expone durante largos
periodos, ya que irradia demasiada energía.
La luz ultravioleta
(principalmente la UV B) es absorbida por la córnea, párpados y conjuntiva. La
absorción crónica de dicha luz puede provocar foto queratitis. Si además se
expone la córnea a arena y polvo se produce queratopatía climática en gotas,
proceso degenerativo que se caracteriza por un material amarronado traslúcido
en la córnea, membrana de Bowman y sub epitelio. Estos depósitos se acumulan
nublando la visión y pueden infiltrar el epitelio y la conjuntiva causando
dolor.
La absorción de luz
UV puede causar problemas como pterygium y pinguecula. La absorción en los
párpados es factor de riesgo de cáncer (carcinoma y melanoma).
La exposición crónica
del ojo a luz UV A puede promover el desarrollo de cataratas. Las cataratas,
normalmente se extraen quirúrgicamente y se reemplaza el cristalino por una lente
intraocular. Dicha lente no llega a filtrar la luz UV como el cristalino, por
lo cual la retina queda más expuesta a los efectos de dicha luz.ÂÂÂÂ Esto
puede conducir a desarrollo de foto retinitis y aumenta la probabilidad de
degeneración macular. El daño es aún peor si no se colocan lentes
intraoculares, se ha sugerido que las LIO color amarillo podrían proteger un
poco mejor la retina.
Las
personas que trabajan al aire libre, expuestos al sol por mucho tiempo son más
vulnerables al daño de la luz UV y azul violeta.
La luz azul no es
absorbida por las estructuras anteriores de ojo y llega al segmento posterior
dañando la retina. La degeneración macular es la forma más grave de daño
retiniano debido a exposición a luz azul. Asimismo, el daño aumenta al extraer
el cristalino ya que tanto la luz UV A como la luz azul violeta alcanzan la
retina. Los pacientes albinos tienen mayor riesgo ya que la melanina bloquea,
impidiendo que ingrese la luz en el iris.
El ojo humano tiene
mecanismos internos para filtrar la luz UV y azul violeta, mediante la cornea,
el cristalino y los pigmentos maculares. Sin embargo, estos mecanismos no
siempre aportan la protección adecuada contra los efectos dañinos de la luz UV
y azul violeta. Se ha informado, que a partir de los 65 años, la capacidad del
ojo de protegerse contra dicho daño se reduce a la mitad.
Las personas que
trabajan al aire libre, expuestos al sol por mucho tiempo son más vulnerables
al daño de la luz UV y azul violeta. Lo mismo ocurre con lugares iluminados con
luz fluorescente, blanca, fría y aquellos en donde se utiliza la luz azul para
desinfectar como hospitales y laboratorios, el daño de la luz azul violeta es
acumulativo.
Algunas medidas
preventivas:
1.- Reducir la
exposición a luz azul dejando los dispositivos digitales fuera del dormitorio
para proteger el ritmo circadiano.
2.- Limitar el uso de
dispositivos electrónicos: descansar con frecuencia para evitar la fatiga
visualÂÂÂÂ y minimizar el efecto acumulativo de la luz azul sobre la
retina.
Los estudios indican que
60% de las personas pasan más de 6 horas por día frente a un dispositivo
digital.
3.- Utilizar filtros en
los lentes que filtren la luz azul violeta y UV.
4.- Utilizar luz
halógena para evitar la luz blanca fría de interior.
En el exterior
1.- Limitar la
exposición al sol dentro de lo posible.
2.- Utilizar gorras con
visera, al estar al sol.
3.- Considerar el uso de
lentes polarizados pigmentados con melanina. Aunque cambia la percepción de
color, reduce la exposición a la luz azul violeta.
4.- Para los soldadores
la protección es fundamental
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La luz azul tiene
efectos positivos y negativos. Mientras que la luz azul turquesa regula el
ritmo circadiano, la luz azul violeta tiene efecto acumulativo sobre la retina
y puede estar asociada a la degeneración macular. Es fundamental proteger la
visión contra los efectos nocivos de la luz UV y azul violeta. Utilizar lentes
adecuados cuando se trabaja al sol y evitar el uso excesivo de dispositivos que
son fuente importante de luz azul violeta podría ayudar a reducir los efectos
nocivos de la luz azul violeta sobre el ojo.
Desde un punto de vista simplista pero didáctico, casi todo es bueno en su justa medida; los excesos de luz ultravioleta sobre nuestra piel y ojos son dañinos. Protegerte es tu obligación, y nuestro consejo.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA