viernes, 24 de noviembre de 2017

DOBLE ACCIÓN


 La FDA aprobó la nueva aplicación de un colirio para el tratamiento del glaucoma, Vyzulta, una vez al día.
 Vyzulta (solución oftálmica de latanoprostene bunod, 0.024%) está indicado para la reducción de la PIO en pacientes con glaucoma de ángulo abierto o hipertensión ocular. Es el primer análogo de la prostaglandina en tener óxido nítrico como uno de sus metabolitos.
 Después de la administración tópica, el fármaco se metaboliza en dos mitades, ácido latanoprost y mononitrato de butanodiol. El ácido latanoprost actúa dentro de la vía uveoescleral para aumentar la salida de humor acuoso y el mononitrato de butanodiol libera óxido nítrico para aumentar la salida a través de la red trabecular y el canal de Schlemm.

 "Vyzulta representa la primera terapia aprobada por la FDA desarrollada a través de nuestra plataforma patentada de investigación de donación de NO", dijo Michele Garufi, presidente y CEO de Nicox. "Esperamos continuar aprovechando nuestra plataforma en el desarrollo de compuestos oftálmicos innovadores adicionales".
 Los eventos adversos oculares más comunes incluyen hiperemia conjuntival, irritación ocular, dolor ocular y dolor en el sitio de instilación.

Es una aceptable incorporación. Gracias
OFTALMÓLOGO ESTEPONA


¿PORQUÉ ?

Sobre la ineficacia de muchos de los nuevos y caros fármacos contra el cáncer

Lo más nuevo no es necesariamente mejor, aunque suele resultar más caro. En el caso de los nuevos medicamentos contra el cáncer, la constatación de la veracidad de esta afirmación resulta demoledora para los sistemas sanitarios públicos, para los pacientes con cáncer y sus familias, para los médicos, para el sistema regulador de los fármacos, para la investigación biomédica y para la sociedad. Para todos excepto para la “industria del cáncer” (las compañías farmacéuticas y todo su entorno que obtiene algún beneficio económico o profesional). El tratamiento medio anual con un medicamento contra el cáncer cuesta 85.000 euros (100.000 dólares) por paciente. Teniendo en cuenta la población potencialmente afectada (casi la mitad de los hombres y más de la tercera parte de las mujeres sufrirán un cáncer a lo largo de su vida), no hay que hacer cálculos complejos para ver que esto es insostenible. Pero lo peor es que siguen saliendo nuevos y más caros fármacos al mercado, que la mitad ellos no funciona y que, en el mejor de los casos, aportan un beneficio clínicamente insignificante.



La reciente publicación en el BMJ de un estudio sobre el beneficio de los 48 nuevos fármacos contra el cáncer aprobados para un total de 68 indicaciones terapéuticas por la agencia del medicamento europea (EMEA) entre 2009 y 2013 muestra que la mayoría de los tratamientos (39 de 68 indicaciones, 57%) salieron al mercado sin haber demostrado beneficio alguno en cuanto a supervivencia o mejora de la calidad de vida. Transcurridos al menos 3,3 meses desde su comercialización (5,4 meses de media), 33 de las 39 indicaciones aprobadas seguían sin haber logrado demostrar ningún beneficio sobre la supervivencia o la calidad de vida de los pacientes tratados. De los 23 fármacos que finalmente funcionaron, solo 11 (48%) aportaban algún beneficio clínico apreciable, de acuerdo con las escalas validadas.

Estos desastrosos datos se suman a otros similares sobre los tratamientos oncológicos aprobados por la agencia estadounidense del medicamento (FDA) entre 2008 y 2012, según un estudio publicado en JAMA en 2015. Durante esos cinco años, la FDA aprobó 54 indicaciones para tratamientos oncológicos, de ellas 36 (67%) sin evidencias sobre la mejora de la supervivencia o la calidad de vida del paciente. Y de estas 36 autorizaciones, solo 5 (14%) acabaron demostrando, tras 4,4 años de media en el mercado, algún pequeño beneficio.


La aprobación basada en estudios no controlados o con marcadores indirectos debería ser la excepción y no la norma como es ahora
Tanto la agencia estadounidense como la europea suelen aprobar fármacos e indicaciones oncológicas que inicialmente no han demostrado un beneficio clínico claro (mejora de la supervivencia o calidad de vida), confiando en que el supuesto beneficio terapéutico se acabe confirmando. Dada la gravedad de algunos tipos de cáncer y la urgencia del tratamiento, se suelen autorizar indicaciones a partir de resultados positivos con marcadores indirectos (surrogate outcomes), como por ejemplo la reducción del tamaño del tumor, y a veces incluso basándose en estudios sin un grupo control. Pero este procedimiento de autorización urgente y basado en pruebas indirectas y provisionales, como muestran los dos estudios mencionados, pone en el mercado fármacos que no acaban demostrando sus supuestos beneficios. Como sostiene el BMJ en un editorial, la aprobación basada en estudios no controlados o con marcadores indirectos debería ser la excepción y no la norma como es ahora. Los análisis citados muestran que el actual procedimiento regulador no consigue incentivar el desarrollo de los fármacos que necesitan los pacientes. Y el problema, como subraya en el BMJ la representante de los pacientes Emma Robertson, podría ser más profundo, pues según el boletín independiente Prescrire, solo el 7% de 1.345 fármacos evaluados entre 2000 y 2013 aportan un beneficio real en comparación con los fármacos disponibles.




Es más, diría que algunos medicamentos retirados, eran buenos y eficaces. Las farmacéuticas son lo que son, empresas, y no siempre con fines sanitarios. En lo que respecta a Oftalmología, nos han retirado colirios y pomadas con certera eficacia...porque?

Yo estoy de vuelta, pero me satisface apuntarlo.

OFTALMÓLOGO ESTEPONA


domingo, 5 de noviembre de 2017

ANÁLOGOS, a veces no


Análogos de prostaglandinas en glaucoma primario de ángulo abierto.
Determinar el efecto sobre la córnea del tratamiento crónico con análogos de prostaglandinas en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto.

El glaucoma es una segunda causa de ceguera evitable en el mundo. La PIO continúa siendo el factor de riesgo modificable más importante y el objetivo de los tratamientos actuales contra el glaucoma. La exactitud de la medición, por lo tanto, es de gran importancia.

El tonómetro de aplanación Goldmann es la técnica más utilizada para medir la PIO. Hace tiempo se ha reconocido la relación entre la PIO y el espesor de la córnea central. Cuanto más delgado el espesor de la córnea central se lo asocia con el desarrollo y progreso de glaucoma primario de ángulo abierto, de ahí el creciente interés en la relación entre glaucoma y biomecánica de la córnea.



El analizador de respuesta ocular (ORA), es un tonómetro que proporciona lectura de PIO ajustada por biomecánica corneal, como así también parámetros viscoelásticos como histéresis corneal (HC) y factor de resistencia corneal (FRC). La HC es de especial interés para el tratamiento de glaucoma. Una HC baja está asociada con daño glaucomatoso avanzado. Asimismo, varios estudios han demostrado la recuperación de la HC después de tratamiento anti-glaucoma quirúrgico o con medicación.

El objetivo del presente estudio fue determinar el efecto del uso crónico de análogos de prostaglandinas tópicos sobre las propiedades biomecánicas de la córnea en ojos con glaucoma primario de ángulo abierto.
Participaron 35 pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto bajo tratamiento crónico con análogos de prostaglandinas. Se suspendió el tratamiento en uno de los ojos de cada paciente durante 6 semanas, continuando con el tratamiento en el otro.

Se midió la histéresis corneal (HC), factor de resistencia corneal (FRC), presión intraocular compensada con la cornea (PIOcc), espesor de la córnea central  y PIO tonómetro Goldmann. Las mediciones se hicieron en línea de base (visita 1), 6 semanas después de la interrupción del tratamiento (visita 2) y 6 semanas después de reiniciar el tratamiento (visita 3).



Se demostró que la interrupción del tratamiento con análogos de prostaglandinas estuvo asociado con significativo aumento de la HC, FRC y espesor de la córnea central, además del aumento esperado de la PIO y que al retomarse el tratamiento se revirtieron dichos efectos.

Se ha observado que la biomecánica de la esclera peripapilar y la lámina cribosa juegan un rol importante en la patogénesis del glaucoma. Se cree que la HC sirve para determinar la habilidad de segmento posterior para soportar estrés. Una HC reducida está asociada con una subestimación de la PIO y como factor de riesgo de progresión de glaucoma.

Los análogos de prostaglandinas se supone que reducen la PIO mediante incremento del flujo saliente uveoescleral, con mínimo impacto sobre el flujo trabecular tradicional.



Algunos autores observaron aumento de la HC después del tratamiento con prostaglandinas, pero dichos estudios se realizaron en pacientes que utilizaron el tratamiento por primera vez y no como en este caso que eran pacientes tratados con monoterapia de análogos de prostaglandinas por al menos un año. La reducción de la PIO mediante medicación tópica o por intervención quirúrgica tiene como resultado la recuperación de la HC, por lo que creemos que el aumento de la HC de estos estudios se debe principalmente a la baja de la PIO.

Al igual que estudios anteriores, nuestros resultados confirman la asociación entre HC y daño glaucomatoso, aunque el estudio no estuvo diseñado con ese fin. El FRC también estuvo correlacionado con el daño glaucomatoso. Es probable que la HC evolucione a medida que avanza el glaucoma y que la asociación entre ambos se vuelve más evidente en la última etapa de la patología.

En el presente estudio, la interrupción de análogos de prostaglandinas redujo la subestimación de la PIO mediante el tonómetro Goldmann. Esto hace preocupante la exactitud de la medición de la PIO en pacientes tratados crónicamente con análogos de prostaglandinas. Además, estudios recientes indicaron que una HC más baja suele dar como resultado una mayor reducción de la PIO con el tratamiento tópico. Por lo tanto, se debe tener mucho cuidado al evaluar la eficacia de la reducción de la PIO, especialmente en pacientes con glaucoma más avanzado, que suelen tener una HC más reducida.



Se demostró que los pacientes bajo tratamiento prolongado con análogos de prostaglandinas presentan HC, FRC y espesor de la cornea central con valores inferiores a los obtenidos al suspender el tratamiento. Asimismo, comprobamos que la PIO Goldmann fue significativamente subestimada durante el tratamiento con análogos de prostaglandinas.

Confirmamos que dicha subestimación fue más importante en ojos con menor HC y que la HC y espesor de la cornea central estuvieron positivamente correlacionados en estos ojos. Finalmente, entre pacientes con glaucoma de gravedad moderada, los valores inferiores de HC y FRC estuvieron asociados con mayor daño glaucomatoso según la medición del campo visual y el espesor de la capa de fibras nerviosas retinianas mediante OCT.

Estos resultados exigen extrema cautela cuando se evalúa la exactitud del control de la PIO en pacientes bajo tratamiento crónico con análogos de prostaglandinas, especialmente aquellos con patología avanzada y menor HC.



Estamos de acuerdo; aun así no siempre los análogos de prostaglandinas son la primera elección. Hemos comprobado que los inhibidores de anhidrasa carbónica y algún betabloqueante, a veces es mejor empezar con ellos.


OFTALMÓLOGO ESTEPONA


miércoles, 1 de noviembre de 2017

QUEDAN AÑOS ...



La FDA acepta una nueva aplicación de medicamentos en investigación para el tratamiento del ojo seco de Ocugen

La FDA ha aceptado una nueva aplicación de fármaco en investigación, OCU310, una formulación tópica para el tratamiento de la enfermedad del ojo seco, según un comunicado de prensa de Ocugen.



Ocugen también ha administrado su primer paciente en un estudio aleatorizado, controlado con placebo, doble enmascaramiento, prueba de concepto multicéntrico para evaluar la tolerabilidad y la eficacia preliminar de OCU310 (brimonidina / terapia de combinación de esteroides) en ojo seco.

"Nuestro objetivo es evaluar si un producto combinado tiene un beneficio potencial en el tratamiento de pacientes con ojo seco, mientras se exploran los puntos finales más apropiados para futuros estudios fundamentales", dijo Daniel Jorgensen, MD, director médico de Ocugen.




"Sabemos que los tratamientos actuales no están llegando a la mayoría de la población afectada por la enfermedad del ojo seco, y esperamos que nuestro producto combinado pueda proporcionar otra opción terapéutica para estos pacientes", agregó Shankar Musunuri, PhD, MBA, CEO.

Esperemos que tenga mejor tolerabilidad que la brimonidina sola. Aún así todavía quedan unos años para verlo.

OFTALMÓLOGO ESTEPONA